¿VERDAD O CONSECUENCIA?

Aunque parece que a los hinchas de San Lorenzo no nos gusta. Ni lo uno ni lo otro. Ni la verdad, ni la consecuencia.

Y entonces no comprendemos qué nos pasa a la hora de juzgar el rendimiento futbolístico del equipo. No entendemos por qué -de repente- deja de jugar como nos gusta (léase, ganando), y preferimos atribuírselo a tal o cual DT, al sistema de juego que utiliza ese DT, a los árbitros, a la AFA, o a Donald Trump.

Preferimos no ver la verdad para no aceptar las consecuencias.

El fútbol argentino ha bajado su nivel de forma alarmante, tanto es así que hoy sería inimaginable que un equipo argentino cualquiera de los últimos 15 años, sueñe con disputarle un partido a los grandes de Europa. Los equipos con dos o tres jugadores distintos, los que entienden el juego, los que pagaríamos una entrada para ver, habitualmente salen campeones. Pero después, son imposible de retener.

En el 2014 San Lorenzo vendió a Angel Correa, Nacho Piatti y Santiago Gentiletti, antes de disputar los partidos finales de la Copa Libertadores. Cualquiera hubiese dicho que era una locura, pero como se ganó la Copa después de más de 50 años, nadie aceptó la verdad porque no hubo consecuencias. Aunque haber ido a jugar el Mundial de Clubes con un equipo al que su técnico le atribuía cero posibilidades de ganar, hablaba a las claras de la realidad.

Pongamos otro ejemplo: todo el mundo del futbol quedó maravillado con el River de Gallardo, aquel que también ganó la Copa, pero que a la hora de jugar el nuevo campeonato y el Mundial en Japón, hizo agua por todos lados. Y se salvó de una goleada histórica propinada por el Barcelona de Messi y Mascherano.

Pasado el tiempo de estos recuerdos, otra vez San Lorenzo se rearmó y constituyó un gran equipo para la segunda mitad del 2016. Se trajo un muy buen técnico como Diego Aguirre, no se vendió y se afianzaron los muy buenos jugadores que había. Resultado: se hizo un muy buen campeonato en el que se finalizó segundo, a tres puntos del líder, donde su obtuvo una racha de diez triunfos con apenas dos empates, se alcanzó la instancia de Cuartos de Final en la Copa Argentina (derrota por penales ante Gimnasia) y semifinal de Copa Sudamericana, también afuera por diferencia de gol y mereciendo mucho más en ambas competencias.

Pero, siempre hay un pero, otra vez la necesidad de vender se hizo verdad y se fueron tres jugadores titulares, Sebastián Blanco, Martín Cauteruccio y Emmanuel Mas, los primeros dos, los mejores del campeonato en ese semestre de 2016. Todos sabemos lo que pasó en AFA y como esa falta de dinero hizo tambalear la economía de los clubes, a tal punto que muchos perdieron sus figuras por libertad de acción ante la falta de pago.

Y la consecuencia es que hoy San Lorenzo naufraga en esta mediocridad futbolística que pierde con equipos paupérrimos como Godoy Cruz y Tigre, y que debe hacer malabares para ganarle a un prácticamente descendido Quilmes.

La Verdad la vemos todos, pero preferimos mirar para otro lado cuando vivimos las Consecuencias.