Nicolás Blandi, con la pólvora mojada

El delantero vive del gol, reza una de las máximas del fútbol. También se sabe que un goleador necesita confianza en sí mismo y rodaje de partidos para mostrar su máxima eficacia. Titular inamovible desde hace tiempo, Nicolás Blandi lleva 218 minutos sin inflar las redes. Sin ir más lejos, a nivel doméstico su última conquista fue el 10 de diciembre de 2016, a los 7’ del encuentro en la victoria 3-2 ante Unión de Santa Fe.

La cifra más impactante, sin embargo, es la que expresa la cantidad de minutos que acumula el 9 sin anotar en una competencia internacional. Por Libertadores, su último grito fue en julio de 2016 frente a Toluca, a los 43’ de un choque que terminaría siendo derrota 2-1 en México, en el quinto encuentro de la fase de grupos. Más cercano en el tiempo, en el marco de la Copa Sudamericana (también el año pasado), “Nico” festejó en el partido de ida vs Palestino (a los 34’ de un 2-0 por Cuartos de Final). Teniendo en cuenta este último antecedente, son 440 los minutos de sequía del ex Boca, Argentinos y Evian, que pasaron hasta la fecha.

La derrota que sufrió San Lorenzo a manos de Atlético Paranaense tuvo como condimento un bonus track a la racha negativa de Blandi: el penal que malogró ayer ante Atlético Paranaense. Ante un arquero que había elegido su palo derecho, Blandi abrió el pie demasiado y su remate se fue lejos del palo izquierdo. ¿Falto de confianza? ¿Desconcentrado?, son múltiples las razones que se podrían analizar a la hora de pensar en el presente desdibujado de este jugador como también del equipo. Lo único seguro, es que necesita volver a marcar para que el bajón anímico y futbolístico no se extienda en el tiempo.