Cuatro jugadores bajaron a Reserva

La llegada de Rubén Darío Insúa a Boedo es una realidad y el DT empezó a tomar decisiones importantes tras sus primeras prácticas al mando del primer equipo: cuatro juveniles bajaron a Reserva. El plantel, que deberá ser reforzado en todas las líneas según la palabra del propio entrenador en conferencia de prensa, pierde a un par de jugadores y la incógnita ahora se posa sobre los jugadores que podrían llegar.

Paradójicamente, los jugadores que bajaron juegan en posiciones que el Ciclón deberá reforzar: Jeremías James, Eduardo Garcia, Agustín Hausch e Ignacio Vallejos son los cuatro que entrenarán a partir de ahora con la Reserva que comanda el Pipi Romagnoli, de gran cierre de semestre en los últimos días. Un central, un centrodelantero, un volante creativo y un extremo. 

Si bien esta decisión puede parecer un tanto antipática por el proyecto de juveniles que el club intenta llevar a cabo, el entrenador fue claro en su presentación: no va a ser fácil subir, pero “los que jueguen bien van a tener las puertas abiertas de la Primera”. Teniendo en cuenta esa frase, sumado a que el DT se encargará personalmente de monitorear las divisiones inferiores, se podría decir que esta determinación es transitoria y que los chicos tienen posibilidades de pelearla para volver a estar en ese lugar de privilegio.

Rubén Darío Insúa, los juveniles y las puertas abiertas