Se nos escurrió como agua entre los dedos

Los dos traspiés sufridos de arranque por San Lorenzo en la actual Copa Libertadores dejaron al equipo en una incómoda situación y sin margen de error. Por eso, debía salir a ganar en Chile ante la Universidad Católica. Más allá de la apremiante necesidad de obtener un resultado positivo, llámese ganar o al menos no ser vencido, el Ciclón asumió riesgos desde el inicio y le robó el protagonismo al conjunto local. Desde la inteligencia de Fernando Belluschi y la gambeta indescifrable de Ezequiel Cerutti, el once de Diego Aguirre manejó los tiempos y generó peligro casi a voluntad. Y tanto fue al frente que en el enésimo desborde del “Pocho” llegó un centro que Nico Blandi peinó y mandó a la red. Era el 1-0 azulgrana. Se hacía justicia en el tanteador.

Pero cuando San Lorenzo tuvo viento a favor para liquidarlo, la fortuna y las intervenciones del arquero Toselli le dieron una nueva vida a los Cruzados, en desmedro de las expectativas azulgranas. Sin embargo, el primer capítulo se mantuvo inalterable y se lo llevó el Ciclón.

No obstante, toda la alegría e ilusión sanlorencista, en el complemento y de movida se derrumbó y de repente empezamos a jugar con la calculadora, a especular sobre eventuales resultados. Porque Diego Buonanotte encontró una floja respuesta de Torrico y con un zurdazo esquinado igualó las acciones. El empate de la Católica cayó como un balazo de agua helada. Iban apenas 5 minutos de la segunda parte y el Ciclón sufría un duro e inmerecido golpe del que habría que ver si sería capaz de sobreponerse. Con el 1-1, los trasandinos se adueñaron del control del juego y durante un buen arrimaron peligro sobre la valla defendida por Torrico. Cuando pudo, San Lorenzo volvió a atacar en búsqueda del triunfo perdido. Pero aunque fue y fue, debió conformarse con una unidad que deja un sabor amargo en el paladar debido al predominio evidenciado en la primera parte. Lo peor, es que cada vez compromete más y más sus chances de continuar con vida en la Copa. Empate y preocupación en San Carlos de Apoquindo.

San Lorenzo igualó y comienza a hipotecar su suerte en la Libertadores. Las estadísticas aún le dan la derecha, es cierto. Tan cierto como dudar respecto a si habrá tiempo de volver a pelear el grupo…