"Que griten todos vamos, vamos los pibes"

Aburrido, anodino, chato, insulso, algunas de las cualidades que podría emplear para definir lo que fue el primer tiempo de San Lorenzo y Arsenal. Es que más allá de las justificaciones de turno sobre el equipo alternativo presentado por el Ciclón debido a su participación en la Copa, lo demostrado en cancha fue decididamente pobre. 

San Lorenzo fue la sombra de aquel que (una semana atrás) se bancó la inferioridad numérica en Rosario y salió airoso y con un poroto en el bolsillo. Esta vez mostró dudas en la última línea donde Nico Zalazar y Alexis Castro debieron hacer las veces de laterales improvisados. Desatenciones sumadas a algunos errores de Torrico les permitieron a los del Viaducto animarse y generar cierto peligro. Para colmo, en ataque no hubo demasiado ya que los volantes no exigieron y Nico Reniero corrió y peleó más de lo que tuvo en la mira al arquero Santillo. 

Con pronóstico de partido abierto y un Arse más cerca de abrir el tanteador, ambos elencos aguardaron el silbatazo de Beligoy y se retiraron a los vestuarios a la espera de barajar y dar de nuevo.

En el complemento y tras la lavada de cabeza de Diego Aguirre, San Lorenzo se convenció de que podía y que debía ganar. Y así fue como hizo un equipo más corto y fijó como objetivo inmediato el arco de Santillo. Lo tuvo Reniero pero tardó de más y se la pellizcaron al córner, también Senesi de cabeza y hasta Alexis Castro. 

Convencido de que le había encontrado la veta al rival, el DT se jugó un pleno y mandó a la cancha a Rubén Botta y al “Perrito” Barrios y allí inclinó la balanza definitivamente para quedarse con el triunfo.

Tanto fue el cántaro a la fuente que el mencionado Marcos Senesi aprovechó otro lanzamiento desde la esquina y la mandó a guardar besando el poste.

Con el 1-0 y las acciones por el cielo, el muletto azulgrana justificó los méritos y hasta pudo quedarse con una victoria aún más holgada. Sin embargo, ganó por la mínima y celebró junto a la gente que no paró de gritar toda la tarde-noche en el Bidegain y hasta se dio el lujo de entonar el emblemático “Que griten todos, vamos, vamos los pibes”.

Primer triunfo del Ciclón en la Superliga mientras mira de reojo la Libertadores, su norte en este semestre. A pesar de las circunstancias, San Lorenzo demostró que tiene plantel para pelearle a todo. Y por eso le ganó a Arsenal. Semana redonda, más no se puede pedir. ¿No?