La nueva Liga Profesional: el boceto de torneo, las flamantes autoridades y el rol de San Lorenzo

La navidad trajo un cimbronazo en el fútbol argentino: una gran cantidad de dirigentes, capitaneados por el que será el nuevo mandamás de la Liga Profesional, solicitaron la remoción de Marcelo Tinelli como presidente del organismo y que se llame a elecciones, alegando ausencia del presidente de San Lorenzo en sus funciones como dirigente de la casa madre de la Primera División. Desde ese entonces, con un año nuevo en llamas, hubo comunicados cruzados y distintas decisiones que indicaron que en abril habría votación para elegir a las nuevas autoridades.

Problemas para Marcelo Tinelli en la Liga Profesional

La fecha estimada para presentar las candidaturas llegó y, a pesar de las especulaciones, una sola lista cumplió con lo necesario: la de Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors. El titular del Bicho estará acompañado por Héctor Maldonado, de Independiente, José Alonso, de Colón, y David Garzón, de Huracán, en las tres vicepresidencias. Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán, fue otro candidato que sonó pero que no llegó a juntar los avales necesarios.

¿Cómo se comportó San Lorenzo en esta gran negociación? Al tener como presidente electo a Marcelo Tinelli, quién es el mandatario saliente de la Liga Profesional, Boedo eligió mantenerse al margen: no avaló listas y no jugó políticamente. Si bien parecería que a priori no tendría un lugar en la toma importante de decisiones, el futuro presidente aclaró que la idea es “conducir los 28 equipos codo a codo”.

¿Cómo se jugaría el fútbol en 2023?

Con la asunción de las nuevas autoridades, el calendario del próximo año empieza a tomar forma. Si bien todo hay que debatirlo y deberá tener su aprobación en el Comité Ejecutivo de la LPF, la idea es que la disposición de los torneos se mantenga parecida al del 2022 al menos en el inicio.

Desde la nueva cúpula de la liga quieren aumentar la competitividad, incrementar los ingresos y, aunque suene increíble, “desdramatizar” los descensos. El torneo del primer semestre sería la Copa de la Liga con un formato idéntico al que tiene la que se está jugando en estos momentos, mientras que la polémica llegaría en la segunda mitad del año: los primeros 10 de cada zona jugarían por el título y la clasificación a la Copa Libertadores 2024, mientras que los últimos cinco de cada grupo se juntarían con los mejores 10 de la B Nacional. En ese segundo torneo, el primero iría a la Sudamericana, los 10 primeros jugarán en primera en 2024 y los segundos 10 descenderían.