Increíble, una vez más se nos escapó de las manos…  

Parece cosa de brujas, no hay con qué darle. Nuevamente la victoria se nos escurrió como agua entre los dedos. Da bronca, y muchísima, porque no se cerró el partido y Aldosivi lo igualó sobre el epílogo. Provoca impotencia, ganas de que este 2018 se vaya y para siempre y haya más que borrones y cuentas nuevas. El San Lorenzo de Jorge Almirón mejoró, es innegable, pero aún le faltan cinco para el peso. Y esos centavos se pagan, y cómo se pagan, dejando dos puntos en Mar del Plata, por ejemplo, como también pasó en Santa Fe con Unión o en Mendoza con Godoy Cruz.

Tras una primera parte donde San Lorenzo fue mejor que el Tiburón y donde mereció por lo menos irse al descanso en ventaja, en el complemento todo se hizo cuesta arriba cuando le ganaron la espalda a Elías Pereyra y tras una serie de rebotes, Lucas Villalba le rompió el arco a Nico Navarro y puso a Aldosivi adelante en el marcador. Sin embargo, el Ciclón se repuso con coraje y en una ráfaga de 6 minutos dio vuelta la historia gracias a un cabezazo del defensor Gianluca Ferrari y con una avivada de Adolfo Gaich que ganó con el cuerpo y ajustició a Pornjic. No obstante, en el pasaje de mayor frialdad, el experimentado Gerónimo Poblete (de buen partido) se durmió, le birlaron la pelota como caramelo a un bebé y Cristian Chávez, de pasado azulgrana, venció la estéril resistencia de Navarro para decretar el 2-2 definitivo.

Empate en la Feliz cuando todo pintaba para volver a la Capital Federal con los tres puntos. San Lorenzo no fue pillo y Aldosivi se aprovechó de esa falta de contundencia que desde hace tiempo el Ciclón carece. Castigo a un equipo que va en camino a buscar una identidad mediante un juego ordenado y equilibrado en todo el campo pero que aún comete errores infantiles. ¿Será por la falta de nombres en algunos puestos claves? ¿Tal vez porque Almirón debe trabajar mucho más? ¿Eventualmente porque aún purga errores -y horrores- de procesos anteriores? Lo cierto es que todas las razones le hacen a la esencia e influyen. Ojalá el DT comience cuanto antes a encontrar los resultados esperados, porque así no vamos para ningún lado.