El viejo Trucco del penal inventado

El Ciclón resultó perjudicado por el condicionante arbitraje de Silvio Trucco quien no sólo lo dejó con nueve jugadores sino que además le regaló a Godoy Cruz un penal inexistente. A pesar del juez, el Ciclón igualó 1 a 1 en Mendoza, goles de Cauteruccio y Fernández.

San Lorenzo realizó una de sus peores producciones de los últimos tiempos en su estadía por el Mundialista de Mendoza. Más allá del paupérrimo estado del campo de juego, ni siquiera este detalle justifica su actuación. 

En la parte inicial, el Ciclón jugó decididamente mal ante un rival de menor valía y escaso cartel en el fútbol argentino. El Tomba, sin embargo, se las rebuscó –y bastante- para erigirse en el protagonista de la tarde. El local manejó el balón y acercó peligro con asiduidad hacia el arco defendido por Torrico. De hecho el ex Godoy Cruz dio la cara por el equipo cuando quedó cara a cara ante Ángel González y salvó al Ciclón de una eventual caída. Al rato lo tuvo el peligroso Leandro Fernández quien le ganó en velocidad a Yepes, enfrentó al Cóndor y se la picó. Pero su remate dio en el travesaño y finalmente Buffarini despejó al córner.

No obstante y a pesar de que el conjunto de Bauza había sido desbordado en todos los sectores de la cancha, el cierre del capítulo había indicado que Cuervos y Bodegueros quedaban en paridad y sin abrir el marcador.

En la segunda mitad, San Lorenzo tuvo una ráfaga fulminante que le permitió ponerse en ventaja. Fue un escaso cuarto de hora en el que recuperó la memoria y arrinconó al elenco mendocino sobre Rodrigo Rey. En una polémica jugada –y tras una serie de rebotes- Martín Cauteruccio aprovechó una pelota suelta y decretó el primer tanto del encuentro. Parecía offside pero al uruguayo no le importó, mucho menos al juez Silvio Trucco quien convalidó el gol e indicó el centro del campo.

La alegría del 1-0 del Ciclón duró poco y nada ya que minutos más tarde Matías Caruzzo dejó la cancha por doble amarilla. Luego -sobre llovido, mojado- una infantil reacción de Pablo Barrientos dejó al Ciclón con 9 hombres. Por si fuera poco –y por el mismo precio- en la siguiente jugada Buffarini trabó en el área, pero el impresentable Trucco dijo que el León había cometido penal. La pena máxima fue ejecutada por Leandro Fernández quien la cambió por gol. Era 1-1 con final incierto debido a la desventaja numérica del equipo azulgrana.

Con nueve hombres, San Lorenzo la piloteó de la mejor forma. Sin replegarse ni acurrucarse en las proximidades de Torrico, el Ciclón multiplicó esfuerzos y aguardó por el desenlace del encuentro. Dadas las circunstancias, repartir puntos no resultaba mal negocio. El 1-1 decoró un partido en el que San Lorenzo se quedó con un sabor amargo, dadas las contingencias suscitadas,  determina un justo resultado.