Con los pibes no siempre T alcanza

No fue el resultado esperado para San Lorenzo ante la T, si bien es cierto que Diego Monarriz puso en cancha para este debut un equipo plagado de purretes como Rufino Lucero, Francisco Flores, Gastón Hernández, Nicolás Fernández (en la defensa), a Emanuel Maciel, a los hermanos Palacios -Julián y Matías- e ingresaron luego Agustín Martegani, Mariano Peralta Bauer y Agustín Hausch (categoría 2003). No obstante, y a pesar del resultado, el entrenador del Ciclón habrá sacado sus propias conclusiones, algunas para saber que hay material a tener en cuenta, principalmente en Flores, Fernández, Maciel y Hausch, la mala performance del paraguayo Adam Bareiro, alguna duda de Sebastián Torrico (en especial en la floja respuesta en el segundo gol de Talleres) y poco más.

El elenco cordobés se había puesto en ventaja en la primera etapa gracias a un cabezazo de Komar, anticipo tras un córner. Aumentó las cifras con el gol del colombiano Valoyes y sentenció la historia con un hermoso tiro libre de Tomás Pochettino en el complemento. El 0-3 parecía demasiado castigo para el Ciclón que contó con varias situaciones para acercar cifras, entre ellas un par de yerros de Bareiro, un cabezazo en el poste de Flores, un zurdazo de Hausch y varios tiros libres que se fueron cerca de los postes defendidos por Guido Herrera.

Sobre el cierre del juego llegó el descuento merced a otra jugada personal de Hausch que encaró al área y fue derribado. Penal que Julián Palacios cambió por gol al engañar al propio Herrera.

San Lorenzo perdió con Talleres 3-1 en su primera presentación del año. No es para dramatizar, en absoluto. Fue un partido amistoso y hay que tomarlo como tal. Aunque nunca queramos perder y aunque siempre duelan las derrotas, pese a que se jueguen con juveniles, porque el rival no T perdona…