El Ciclón entró a la Libertadores y jugará la Superfinal

Con un golazo de Nico Blandi, San Lorenzo derrotó 1 a 0 a Atlético de Rafaela en Santa Fe. En la despedida de Edgardo Bauza al frente del equipo, el elenco azulgrana se consagró subcampeón del torneo local y aseguró su lugar en la próxima edición de la Copa Libertadores. Además disputará con Boca la Supercopa Argentina, competencia que otorga un título y una plaza para la Sudamericana.

Sufriendo hasta el final como indican los “usos y costumbres” del Estatuto Sanlorencista, el Ciclón quiso respetar las tradiciones y cortó clavos hasta ver consumado el objetivo. Habiendo dilapido el campeonato en manos de Boca Juniors, al Ciclón le quedaba el premio consuelo de entrar a la Libertadores 2016. Pero no sólo eso, sobre la marcha y por voluntad de un arbitraje polémico, el propio conjunto Xeneize le otorgó a San Lorenzo otra posibilidad, la de dirimir al ganador de la Supercopa, una estrella que determina a los campeones de los torneos domésticos y de la Copa Argentina. Como Boca se alzó con ambos lauros, “donó” un puesto al subcampeón del “Julio H. Grondona” y el que se hizo acreedor de dichas competencias el año siguiente fue justamente el once del Patón.

San Lorenzo lo ganó en el primer tiempo con un zapatazo de Nicolás Blandi quien volvió a repetir tras el 2-0 ante Temperley, la semana pasada. Pero Fontanini se fue de pierna y (como estaba amonestado) se fue a las duchas a los 21 del capítulo inicial. En superioridad numérica, el humilde Rafaela arrinconó al Ciclón sobre la valla protegida por Torrico. El Cóndor, con el correr de los minutos, se erigió en una muralla inexpugnable para la Crema y se convirtió en la figura indiscutida del match.

El Ciclón lo aguantó con las intervenciones milagrosas del arquero mendocino pero también tuvo otro punto alto en Juan Mercier, un “improvisado” zaguero central al que la necesidad le vino como anillo al dedo. Seguridad en Yepes, movilidad en Blanco y en la dupla de delanteros que la pilotearon bastante bien, a pesar de las circunstancias.

Ni siquiera en desventaja, el triunfo de San Lorenzo pareció peligrar más allá de las salvadas de Torrico. Pudo haber aumentado el marcador pero Cauteruccio y Mussis carecieron de efectividad para cerrarlo de manera prematura. El tiempo reglamentario expiró y el Ciclón consolidó una victoria que lo posiciona de la mejor manera de cara a lo que viene y con un nuevo DT en el banco.

Fue el último partido de Bauza como entrenador azulgrana, el epílogo de un ciclo exitoso que tuvo su punto más alto en la obtención de la Copa Libertadores, aquel 13 de agosto del 2014. Pero esta historia se renueva ya que continúa semana a semana. No fue el año ideal ya que no hubo final feliz en ninguna competencia aunque se dio batalla en todas.

Sin dudas, este partido en Rafaela no sólo fue el cierre de la etapa de Bauza, también lo será de un plantel que acumula años y que en algunas oportunidades dio señales inequívocas de estar deficitaria en materia de componentes. Pero eso se sabrá en los próximos días, quizá a partir del año que se avecina.

Por hoy, nos vamos contentos y cantando bajito, cada uno por su lado. El objetivo se logró y no es poca cosa. Ojalá lo que vengan sea mejor…