Una cosa de locos

Villa Fiorito, La Paternal, La Boca, todo Buenos Aires. Argentina, mejor dicho, Sudamérica en su totalidad. Aunque Barcelona y también Nápoles. En fin, el todo mundo está de luto por lo que ocurrió este miércoles. Una noticia que sacudió al planeta entero. Al menos, al mundo del fútbol. Físicamente, nos dejó Diego Armando Maradona. Aquel loco diez bajito que, como reza una de las tantas canciones con las que lo homenajearon en vida, llenó de risas la tierra.

Su hábitat natural era dentro de una cancha. Probablemente no haya sido el único, pero el campo de juego era el lugar que más feliz lo hacía. Y nosotros, los espectadores, también lo éramos viéndolo dentro del terreno de juego. Ahí también fue dónde compartió cancha con el único futbolista de esa época que aún se encuentra en actividad. Y, como no podía ser de otra manera, está ligado a San Lorenzo.

¿De quién hablamos? De Sebastián Abreu. El atacante uruguayo fue titular el día que Boca venció a San Lorenzo por 2-1 en la Bombonera, por la quinta fecha del Torneo Apertura 1997, el 21 de septiembre de ese año. Exactamente 35 días antes del último encuentro de Pelusa como profesional, nada más ni nada menos que en un clásico contra River. Si bien, como mencionamos arriba, el resultado no fue favorable para el Ciclón, el Loco se llevó un recuerdo imborrable a su casa. Ya que además de enfrentar al mejor jugador de la historia (al menos, la mayoría está de acuerdo en que lo fue), se pudo adueñar de su camiseta.

“Cuando terminó el primer tiempo me chifló y me dijo ‘Uru, ¿no vamos a cambiar?’ Te imaginás cómo salí…”, supo contar el charrúa en un mano a mano con TyC Sports a principios de este año. Y tan preciado tesoro, tuvo que ser escondido por medio de -obviamente- una locura: “La tiré atrás de un ropero que tenía el vestuario. Cuando terminó esperé que salgan todos, pero no la podía sacar de ahí. Salvador, el utilero, me agarró de los pies para que me cuelgue y la enganché con un palo de escoba”, cerró la anécdota el punta de 44 años.

El último 10 de diciembre y con 42 años, Cristian “el Tigre” Muñoz le dijo adiós al fútbol y, con su retiro, concluyó también el honor que tenía de haber sido el último jugador en actividad en haber compartido equipo y vestuarios (no cancha) con el “Pibe de Oro”.

Desde enero de 2020, Sebastián Abreu cumplía la función de jugador-entrenador en Boston River de su país de origen, hasta que a principios de este mes renunció a ambas funciones por los malos resultados obtenidos. Por el momento, se encuentra sin club. En caso de que el ex Rosario Central y River decida colgar los botines, no solo finalizará una extensa carrera, sino que también significará el adiós a la Era Maradona. Todo depende de lo que esté pasando por la cabeza del delantero que se encuentra en el libro de los Récords Guinness, ¿se quedará con el 29 como el número de camisetas defendidas como profesional? ¿O sumará uno más, extendiendo así la era del Diego? Tarde o temprano, lo sabremos…