Un campeón de la Séptima División y de la vida

Este sábado le tocó festejar en silla de ruedas el campeonato de sus compañeros de la Séptima División, en una mezcla de emociones que recorrió su infancia en Puerto Madryn, sus inicios como arquero y los tres meses que sobrepasó postrado en la cama de un hospital. Es que Joaquín Bais sufrió quemaduras graves en el incendio de su casa patagónica en Junio de este año, pero logró sobrevivir y ahora le cuenta su historia a San Lorenzo Primero.

El joven de dieciséis años había llegado a las inferiores de San Lorenzo desde la CAI (cuna futbolística del Pitu Barrientos), en un viaje a Buenos Aires que lo encontró en un gran momento bajo los tres palos, al punto que lo seleccionaron para defender la valla azulgrana. “Era mi sueño jugar en un grande” dice el sureño, recién salido de la segunda jornada diaria de rehabilitación. Todavía le esperan dos años más, pero Joaquín conserva la fe de volver a las canchas.

De Puerto Madryn extraña los sábados de verano, cuando iba a la Rambla a tomar mate con sus amigos. En Junio de este año volvió a su casa natal, empujado por el parate debido a la segunda ola de Coronavirus. Allí es donde sufrió el fuego en su piel durante el incendio.

Ahora Bais pasa las mañanas en kinesiología, donde reaprendió a ponerse de pie y caminar, y trabaja para volver a darle fuerza a los músculos. Durante las tardes debe hacer terapia ocupacional para ir recuperando la movilidad y sensibilidad de los dedos.

Durante estos meses recibió incluso un mensaje del arquero de la Selección Emiliano Dibu Martínez llenándolo de energía. “Me dijo que iba a estar al tanto de la recuperación” dice Bais, que lo considera su referente en el puesto. De hecho, durante un Mundialito disputado en Chile confiesa haber “boqueado” a los rivales durante una definición en donde contuvo tres penales. También agradece al coordinador saliente Fernando Kuyumchoglu, quien lo ayudó durante este proceso traumático y se comprometió a rehabilitarlo deportivamente cuando llegue el momento.

“Confío en la ciencia, ojalá pueda volver a atajar penales” se entusiasma Joaquín, que todavía sostiene el sueño de volver a volar y ser campeón junto a sus compañeros de categoría.