Siempre tropieza con la misma piedra

Podría tratarse de una esperable crónica del nuevo fracaso de San Lorenzo, eventualmente preguntarnos qué le hace otra mancha al tigre. Lo cierto y tangible es que el Ciclón de Jorge Almirón volvió a dar otro paso en falso, y esta vez lo pagó con la eliminación de la Copa de la Superliga. No es para dramatizar, pero es la realidad y duele.

Argentinos Juniors fue más que San Lorenzo en ambos cotejos y accede a la próxima fase, de manera merecida. Más allá de que esta tarde el Ciclón intento llevárselo por delante gracias a muy buenas actuaciones del Perrito Barrios, Andrés Herrera y Fabricio Coloccini, especialmente, lejos estuvo de superar al Bicho. Y eso que quedó a tiro de los penales cuando un zapatazo extraño del propio Herrera había igualado el marcador. No obstante, la visita se atrevió y luego de una serie de rebotes Gabriel Hauche la mandó a la red con complicidad de Nicolás Reniero. 

El 1-1 sentenció el pleito, San Lorenzo debía conseguir dos tantos, una proeza utópica para un equipo al que todo lo cuesta demasiado. Como estamos acostumbrados, el equipo careció de ideas y dio un montón de ventajas en el fondo, que a este nivel se pagan muy caro. 

¿Hay que hablar de fracaso? Me parece una exageración, es la lógica consecuencia de un proceso mal parido desde el vamos. Jorge Almirón llegó al club con el pie izquierdo, tomó malas decisiones y a ello se le agregó un desechable mercado de pases plagados de mediocres refuerzos donde apenas se puede destacar a Loaiza, a Monetti y Román Martínez. 
San Lorenzo es un plantel del montón pese a que continúa en carrera en la Copa Libertadores y selló su pase a octavos de finales. Con lo que hay, sumado a este entrenador, no sorprenden esta clase de resultados, al contrario. Las decisiones provienen de la dirigencia quienes ya demostraron que sostienen entrenadores hasta las últimas consecuencias. ¿Qué esperar entonces? Más de lo mismo, no hay otra.