San Lorenzo dejó pasar una oportunidad de oro en la Sudamericana

Rosario siempre estuvo cerca (del gol): un pésimo primer tiempo de San Lorenzo le abrió todas las puertas posibles a Central para hacer cualquier cantidad de tantos. Por cosas del fútbol, en la mitad inicial fue solamente uno. A los once minutos toda la defensa se durmió en una pelota parada y Almada la empujó solo ante una floja salida de Torrico, que después se redimió con una gran tapada.

La línea de cinco solo duró un cuarto del partido, pero sacándola no mejoró para nada el funcionamiento: Salazar pasó a jugar de lateral izquierdo, Flores quedó de cuatro y Pitton pasó a jugar de volante por izquierda, en el ataque quedaron Troyansky y Alexander Díaz, ambos de bajo nivel. Óscar Romero tuvo que bajar hasta 3/4 de cancha propia para poder agarrar la pelota, y no logró generar peligro.

En el complemento San Lorenzo cambió completamente: juego en el campo rival, más asociaciones y llegadas. ¿Por qué? Porque jugaron los que tenían que jugar. Ojo, el once inicial era ‘entendible’ teniendo en cuenta el trajín de partidos que lleva el Ciclón en el lomo.

Tuvo algunas claras pero no mucho más, el reloj corría y los de Dabove se empezaron a desesperar. El rival, por su parte, también tiró a varios jugadores interesantes que tenía guardados en el banco. Uno de ellos, Emiliano Vecchio, fue el que generó el segundo gol: gran jugada individual contra la línea de fondo dejando pagando a Rosané y Coloccini para habilitar a Gamba.

Con esta derrota, Boedo queda complicadísimo en el Grupo A de la CONMEBOL Sudamericana: está último, sin puntos ni goles a favor. Central sumó sus primeros tres mientras que Huachipato y 12 de Octubre tienen 4 unidades en un grupo donde solo el primero clasifica a los octavos de final…