Oswaldo Balanta, exclusivo SLP: recuperación en Colombia y agradecimiento a San Lorenzo

Poder hablar con Oswaldo Balanta luego de 40 días de haber estado al borde de la muerte es un absoluto milagro y obra de Dios, cualquiera sea la creencia que tenga quien está leyendo la nota en este momento.

Desde Colombia y con la simpleza de un joven agradecido a la vida, el futbolista que sufrió un paro cardíaco en pleno entrenamiento de la Reserva de San Lorenzo y que los médicos del plantel de Primera y de la división que dirige Damián Ayude estuvieron 17 minutos reanimándolo, habla con SLP como si eso no hubiera pasado. No tiene ninguna secuela física, el principal miedo luego de semejante situación.

“Estoy muy bien, gracias a Dios. Todo marcha bien. Estoy muy contento con la recuperación que he tenido. Me encuentro en Colombia, con mi familia y en mi casa. Han sido ellos muy importantes siempre, apoyándome a la distancia primero y luego acá”, nos cuenta y agrega sin titubear y agradeciendo, un sentimiento que atraviesa toda la entrevista: “No me quiero olvidar del club, de San Lorenzo, de mi representante, que siempre han estado ahí, junto a los médicos que me salvaron la vida”.

Respecto a lo vivido en aquella traumática mañana de la última semana de marzo, Oswaldo dice que “Hasta el momento no he recordado nada más de lo que me pasó”. Y a su forma, expresa: “Solamente Dios puede hacer lo que hizo. Los médicos no sabían cómo iba a quedar yo, pero me paré en sí mismo como si nada hubiera pasado jamás, fue muy impresionante y agradezco estar vivo”.

Pensando en su recuperación, que es diaria desde que llegó a su tierra luego del alta dada en el Sanatorio Finochietto de Capital Federal, a Balanta se lo escucha en paz: “Tengo que estar tranquilo con lo que ha pasado. Aprendí mucho y me enseñó mucho. No solo yo, sino todo mi entorno. Vemos la vida diferente. Voy a seguir preparándome, voy a estudiar, y Dios decidirá sobre cuál será el futuro en mi vida”.

Sobre lo que lo cambió esa situación su vida, el cual sin duda es un antes y un después: “Solo me queda expresar agradecimiento. Levantarse con vida es un día ganado. Lo que venga, es un agregado de Dios. Disfruto de mi familia y el día a día. Antes también lo hacía pero sin agradecer tanto como lo hago ahora”, y agrega: “Tener a mi familia sana y salva es una bendición. Yo lo que sé es que es un milagro que Dios hizo en mi vida. Vivimos la vida muy a la carrera y hay que estar más al pendiente de las pequeñas cosas”.

Días después de lo sucedido, tuvo una sorpresa: lo saludó el plantel del Ciclón con una remera que le deseaba fuerza en su recuperación: “Sigo mucho a San Lorenzo. Me encanta ver los partidos. Se ha vuelto una parte de mi vida. Hablo con todo el plantel, están muy pendientes de mi, no solo ellos, sino los médicos, el cuerpo técnico y todo el club, junto a mi representante. Les mando saludos a ellos”.

Dentro del plantel, Jhohan Romaña es con uno de los que más empatizó y más cercano se hizo Balanta en este tiempo, y de él habla con SLP: “Lo conocí en San Lorenzo y es una gran persona. Él está y estuvo muy pendiente de mi. Fue mi gran apoyo”.

Por último, Oswaldo se tomó un tiempo para dejarle un mensaje al hincha cuervo: “Soy un agradecido a ellos porque me escriben y me hablan. Los llevo a todos en el corazón. La hinchada, su gente… son enormes. Los quiero mucho”.