Montenegro: "Me encantaría trabajar en las inferiores del Club"
Foto: El Gráfico
Por los 112 años de San Lorenzo cumplidos el miércoles pasado, muchos jugadores saludaron al Club. Tanto los actuales del plantel, como aquellos ex que han dejado un grato recuerdo para los hinchas o que CASLA les represente algo muy especial a ellos por algún motivo. Y este caso es el ejemplo de Ariel Montenegro, volante que debutó en Primera División con la camiseta del Ciclón y también convirtió su primer gol con el manto sagrado azulgrana.
Viviendo hace 20 años en España, Ariel atiende a San Lorenzo Primero desde Córdoba, Andalucía, y por supuesto nos cuenta cómo viene llevando la cuarentena junto a su familia: Nosotros estamos bien por suerte, aquí la gente está llevando muy a conciencia esta situación”.
En su actualidad, Ariel nos cuenta que es DT de un equipo del ascenso de aquel país y hasta dirige a sus hijos: “Estoy trabajando como entrenador de un club de barrio llamado Ciudad Jardín. Jugamos en una categoría como la C o D de Argentina. Con mis hijos fuimos campeones 2 veces. Me sirve para seguir creciendo como entrenador”.

Ariel Montenegro en la actualidad, dirigiendo al Ciudad Jardín de España.Pero en el tunel del tiempo, junto a Ariel viajamos a mediados del 90, y nos situamos en aquel pibe que llegó con edad de 5ª y que en su primer año en San Lorenzo ya había debutado en Reserva. Y ahí parece tomar carrera para detenerse a contar una de sus grandes historias y de los mayores tesoros que tiene de esa primer etapa en el Club: “Uno de los grandes partidos en Tercera que recuerdo fue en Rosario cuando San Lorenzo fue campeón”, arranca. “Fue un día increíble. Lo de la gente era una locura, recuerdo que salimos de madrugada y ya iba la gente para Rosario. Jugamos prácticamente a cancha llena todo el partido y no me escuchaba para nada con mi compañero más cercano, a tal punto que se tuvo que terminar 15 minutos antes el partido del ruido que había. No se podía jugar,era tant a la adrenalina que había en el ambiente, que yo creo que ya se palpitaba que ese día iba a ser lo que al final fue, una gran fiesta. Empatamos 1-1 con gol de Bennett”. Todavía movilizado por el recuerdo, pasó a mencionar lo que fue ver desde adentro del campo de juego aquella epopeya que terminó con el Ciclón gritando campeón tras 21 años: “Imagínate que te den la posibilidad de disfrutar eso, te pasa una sola vez en la vida. Me quedé con el pantalón de Angelucci y mirá lo que son las vueltas de la vida, que al poco tiempo se transformó en mi compañero”.
El Gallego González inmortaliza aquel cabezazo y el saco mostaza del Bambino Veira son historia y Ariel Montenegro arranca el segundo semestre de aquel 1995 con muchas expectativas y sueños, los cuales comenzaron a hacerse realidad: en octubre de aquel año, debutó en Primera División ante Lanús el 8 de octubre de ese año, ingresando por Paulo Silas y el recuerdo de esos días previos se le vienen rápidamente a la memoria: “Concentré con Ruggeri. No me levanté de la cama para no molestarlo, imaginate” y esboza una sonrisa. “Durante esa semana había entrenado con ellos porque había dos sancionados en el centro del campo. Ya formar parte de esa concentración ese día fue increíble y cuando me llamó el Bambino para entrar no te lo puedo describir: Me dijo que ‘intente controlar la zona, cortar balones y entregar fácil y creo que cumplí. De yapa, ganamos 3-1″, cierra con la satisfacción del deber cumplido para aquel pibe.
La historia recién comenzaba: “La particularidad vino el lunes, ya que creía que seguiría entrenando con ellos pero me fui otra vez con la Reserva. Al fin de semana siguiente jugábamos contra Independiente, ahí expulsaron a Galetto y ahí me llamò de nuevo el Bambino y no bajé más”.
En 1996, San Lorenzo fue por la tan ansiada Copa Libertadores y ahí, Montenegro hace una pausa y se lamenta: “Coincido con todos mis compañeros de aquel equipo. Veníamos bárbaro, de haber goleado a Peñarol y jugar un gran fútbol. Todavía me lamento aquel cabezazo de Ruggeri en el Monumental. Si pasábamos a River, éramos campeones. No tengo dudas”.
Antes de llegar a su primer gol en 1997, hay que viajar a aquel 20 de agosto de 1996, cuando San Lorenzo llegó al Camp Nou para jugar la Joan Gamper ante Barcelona con: Passet; Escudero, Almandoz, Ruggeri y Manusovich; Rivadero, Cardinal , Netto (Ariel Montenegro) y Monserrat (Arbarello); Gorosito (Silas) y Silvano Maciel (Guillermo Franco). “Tuve la suerte de ver en cancha a ese equipo y jugar contra Ronaldo. Lástima que no me dio la camiseta, jaja”, dice de aquel partido. Pero además, es un recuerdo personal imborrable para Ariel: “Era la primera vez que viajaba a Europa. Por estas cosas digo que estoy eternamente agradecido a San Lorenzo”.
En 1997, llegaría tal vez lo más deseado para cualquier jugador de fútbol: Convertir el primer gol como profesional. Montenegro recuerda todos, pero aquel con Lanús, el primero “siempre es especial. No lo podía creer. Después de casi un año jugando no había metido ningún gol. Después me destapé, jaja. A Chilavert le convertí varios, recuerdo uno a Goycochea ante Newell’s, también le hice a Ferro y a Central”. En 89 partidos con la camiseta del Ciclón, convirtió 11 goles.
Ante Colón en 1996, Ariel Montenegro convierte su primer gol en Primera División.
Mi primer amor,Feliz cumple San Lorenzo orgulloso de haber salido de allí y darme la posibilidad de cumplir mi sueño de jugar al fútbol profesional.
Te estaré siempre agradecido❤️❤️❤️❤️ pic.twitter.com/Hw9yowBOjT— Ariel Montenegro (@ArielMontenegr) April 1, 2020
Ante Vélez en Liniers, por la fecha 8 del Clausura 1998, le convirtió el segundo a Chilavert en la victoria por 2-1:
En este 2020 y ante la incertidumbre de su futuro laboral ya que luego de 6 años dejará el Club Ciudad Jardín, desea poder trabajar en nuestro país y consultado por San Lorenzo, dijo:
“Me gustaría poder trasladar todos mis años de experiencia y volcarlos con los chicos. Hay grandes profesionales y amigos trabajando en el club, Hugo (TocallI), el Beto (Acosta) y el Pipi (Romagnoli). Me encantaría dirigir de la 5ta para arriba. Soñar no cuesta nada”.
Reconoce que no habló con ellos y que cuando pase la pandemia del covid-19, vendrá a nuestro país y si puede, se juntará con la Secretaría Técnica de San Lorenzo para ofrecer su trabajo. Los sueños, sueños son y están para cumplirse…

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