La falta de gol de San Lorenzo, un debe del equipo

Si contrastamos el presente de San Lorenzo con el semestre pasado, seguro observaremos un equipo distinto, desde la propuesta de juego, lo actitudinal e incluso, en términos estadísticos, si ponemos la lupa sobre la generación de situaciones de gol: las ocasiones que al Ciclón le costaban desde la elaboración, aparecen cuatro o cinco veces por partido. Pero marcar sigue siendo una de las mayores dificultades que tienen los dirigidos por Miguel Ángel Russo.

Aunque San Lorenzo convirtió 10 tantos, promedia un gol por partido y Andrés Vombergar es el goleador del Torneo con seis, hay que destacar que cuatro fueron de penal y, principalmente, que el acento no está puesto sobre una supuesta “sequía de goles”, sino más bien una baja tasa de conversión. Ese es el aspecto que hay que observar, hablamos de un equipo que genera muchas oportunidades para marcar y desperdicia chances que podrían definir los partidos.

La estadística es clara en los últimos tres encuentros amén del resultado. Con Racing lo sufrió después de haberse perdido cinco o seis chances claras para abrir el marcador. Frente a Independiente queda la sensación de que mereció más; de hecho, hubo tres remates al arco por lado, solo que el Rojo cambió por gol dos y el Ciclón, ninguna (sólo convirtió desde los 12 pasos). Incluso ante Godoy Cruz parece increíble que no haya entrado ninguna de las cuatro que tuvo en los primeros 10 minutos de juego.

Si bien la dificultad para expresar en el marcador lo hecho desde el juego todavía no es un dolor de cabeza para el DT o no aparece como un impedimento pensando en la clasificación, los playoff son una fase completamente distitna y no cerrar un partido puede costar mucho más caro.

Está claro, hay un componente de suerte que no acompaña y Alexis Cuello, a quien más oportunidades se le presentan para convertir, pareciera tener el arco cerrado: no hace un gol desde noviembre del año pasado, cuando San Lorenzo perdió 2 a 1 con la Academia. Por lo pronto, el pueblo azulgrana nunca espera una goleada, porque la realidad es que el Ciclón hace rato no es un equipo goleador.