Los errores y aciertos de San Lorenzo en el empate ante Banfield

“En un equipo como San Lorenzo los centrales tienen que defender alto”, sostuvo el uruguayo. Es cierto que por momentos el equipo se lo vio un poco estirado y eso hace que defender sea más difícil. El gol de Banfield viene por eso. Una mala presión alta y ataque a la espalda del lateral (En este caso Gino Peruzzi). En general no sufrió tanto en estos cuatro partidos con el retroceso.

En el debe quedan los centros aéreos en defensa, tanto a Francisco Flores como a Federico Gattoni, les costó por esa vía. Uno intuye que la llegada de Zapata es para convertirse en titular y en ese rubro puede ser una buena garantía. Otro ítem a favor es que Montero, viejo sabio de la defensa, decidió modificar el esquema (4-4-2) con respecto a sus predecesores (Soso y Dabove se inclinaban más por el 4-3-3) y de esa manera protegió más las bandas. Muchos goles del pasado venían a espaldas de los laterales.

A la hora de atacar San Lorenzo le está faltando más profundidad. Si bien sigue atacando con los dos laterales a la vez, eso no se modificó, lo poco que generó vino por la sociedad de Néstor Ortigoza, Ángel y Oscar Romero. “A medida que los jugadores vayan entendiendo a los mellizos, vamos a ser más peligrosos”, sostuvo el uruguayo.

El 4-2-3-1 le permitió moverse a Oscar a espaldas de los volantes centrales, el mayor problema fue cuando Banfield presionó a Ortigoza (eje del comienzo del juego del equipo) y la pelota no le llegaba a los hermanos. La recuperación de Di Santo puede ser interesante, sobre todo a la hora de saltear líneas, ante equipos que presionan intensamente en el medio.

En síntesis el proceso de Paolo Montero recién está comenzando, si bien es apresurado pedirle resultados inmediatos, de a poco se empiezan a ver cosas positivas y otras que tendrá que mejorar, sobre todo si quiere ser un equipo aspirante al menos a luchar el torneo. El crédito está abierto y la ilusión, por ahora se mantiene intacta.