De la mano de Martín, pelearemos hasta el fin...

San Lorenzo le ganó con lo justo a Gimnasia y trepó a la punta del campeonato junto a Boca que recibirá mañana a Unión. El único gol de la tarde-noche lo anotó Martín Cauteruccio.

De menor a mayor y sin sobrarle demasiado, al contrario, San Lorenzo se sacó de encima al molesto Lobo de Pedro Troglio. De movida nomás, sufrió más de la cuenta el Ciclón. Torrico se revolcó tras un tiro libre de Ignacio Fernández y luego ante un cabezazo de Barsottini. Sin embargo, el once de Bauza se acomodó de la mano del interminable tándem que forman  Mercier y Ortigoza. A partir de este binomio y con la movilidad de Sebastián Blanco, asumió el protagonismo y arrimó peligro sobre las barbas de Nico Navarro. Pero no fue el arquero el que impidió la apertura del marcador azulgrana sino que los palos fueron los responsables de negarlo. Luego de un córner el poste izquierdo le dijo que no al cabezazo Matos, más tarde el travesaño hizo lo suyo con un tremendo zapatazo desde lejos de Blanco. También lo tuvo Villalba quien de media vuelta encontró bien parado a Navarro. La primera mitad se cerró con un injusto 0-0, ambos habían hecho méritos para conseguir al menos un tanto.

En el inicio del último capítulo Cauteruccio demostró que está dulce con el arco y marcó lo que sería el único gol del partido. Ante las ausencias de Romagnoli y Barrientos, el uruguayo dejó de ser la referencia de área y se transformó en una mediapunta. Por eso a nadie extrañó que arrancara desde campo propio y enfilara con la mira puesta en la valla de Navarro. Con camino allanado enfrentó a Navarro y lo batió para decretar la mayor alegría del match. El 1-0 incrementó los espacios ya que el Lobo debió adelantarse. Pudo aumentar la diferencia pero Navarro se lo negó a Mas y a Catalán.

San Lorenzo terminó pidiendo la hora, casi literalmente. Los 5’ que Echenique adicionó parecieron una exageración basándose en el tiempo que pudo haberse perdido. La pitada final determinó justicia y un desahogo reprimido de parte de todos los sanlorencistas que desafiaron la lluvia pero festejaron como pocos, esta nueva victoria. Buen triunfo del Ciclón que disimuló ausencias con un juego prolijo y atildado. San Lorenzo ya cumplió con lo suyo, los demás, allá ellos…