Cuestiones de fondo

Estaba todo listo para San Lorenzo, en un inmejorable regreso del fútbol local: recibía a Estudiantes, presentaba a tres de sus cuatro refuerzos desde el arranque, y cambio de sistema más ofensivo además de un plantel depurado, algunos de los condimentos de la cálida jornada que se auguraba en el Bidegain. Sin embargo, todas las expectativas generadas quedaron en la nada misma, bah, en un empate con gusto a poco que resta más que lo que suma de cara a la recta final del torneo.

Y eso que la primera mitad no había tenido emociones, al contrario, lo más llamativo había sido un imprevisto corte de luz que prolongó el capítulo inicial casi diez minutos. En materia futbolística, casi nada. Con el debut de Donatti, del Torito Rodríguez y de Uvita Fernández no hicieron diferencia en un equipo como San Lorenzo que venía de últimas presentaciones irregulares. Y ante el Pincha, el conjunto azulgrana siguió en la misma temática.

En el complemento, se vio la mejor versión de San Lorenzo, de hecho en una buena triangulación entre los hermanos Romero, Juan Ramírez se mandó al área y tras un rebote Bruno Pittón señaló el primer tanto del elenco de Monarriz. Parecía justicia en el marcador, justamente en un juego que pintaba por demás chivo. No obstante, la alegría duró demasiado poco porque tras una habilitación de Javier Mascherano -de lo mejor de la cancha en su vuelta al fútbol argentino- hubo una duda infantil entre Fabricio Coloccini y Sebastián Torrico y Mateo Retegui definió para decretar el empate de la visita.

Con el 1-1 parcial, San Lorenzo fue en búsqueda del triunfo perdido y estuvo a tiro de recuperar la ventaja, mas careció de efectividad y debió conformarse con una paridad que no se modificaría.

Resultado agridulce para el Ciclón. Llamado de atención para un equipo que vuelve a estar en formación en mitad de competencia. Algunas mejorías para destacar que quedan opacadas quizás por el único error que cometió ante Estudiantes, cuestión de fondo que pagó demasiado caro…