Cortando clavos bajo la lluvia

No es novedad que a San Lorenzo le viene costando abrir los partidos, máxime desde que la salida de piezas claves, lesiones y sanciones se hicieron moneda corriente en el plantel. Por eso, ante el pobre Sarmiento a nadie le sorprendió se le complicara desde el arranque. Porque a pesar de asumir el protagonismo y generar situaciones claras para abrir el marcador, no estuvo fino en la última jugada y debió sufrir más de la cuenta para ponerse en ventaja.
Un par de oportunidades de Gonzalo Bergessio y un remate de Rubén Botta tuvieron destino de gol, pero por falta de puntería o reflejos del arquero Chiarini, privaron del festejo al hincha sanlorencista. La visita, por su parte, apenas había acercado peligro mediante un remate de Gervasio Núñez que pasó cerca del arco defendido por Sebastián Torrico. No obstante, la apertura del marcador se hizo desear pero finalmente llegó. Fue a través de un claro penal por una mano que Néstor Ortigoza cambió por gol, desahogo y alegría con la c el Ciclón se fue a los vestuarios ganando 1 a 0.
Para el inicio de la segunda mitad, San Lorenzo ya había quemado todos sus cambios. Al ingreso de Tomás Conechny por Robert Piris Da Motta (al cuarto de hora del PT) siguieron los de Juan Mercier y Fabricio Coloccini por Paulo Díaz y Gonzalo Bergessio. Lo que se mantenía inalterable era la hegemonía azulgrana en el terreno de juego, hasta aquel momento el único de los dos equipos que había hecho algo por la victoria.
Más allá de alguna jugada aislada, todo fue del Ciclón quien pudo aumentar el tanteador y aguardar la pitada final sin sobresaltos. Lo tuvieron Angeleri y en un par de ocasiones Belluschi, un inmejorable mano a mano con Chiarini que el travesaño le negó el gol. Sin embargo, debió sufrir hasta el último instante ya que careció de efectividad.
Triunfo azulgrana para seguir en carrera y a la espera de algún traspié de Boca. Tres puntos y poco más por rescatar. Se debía ganar y así se hizo. En épocas de vacas flacas, no es poco.