Con la clasificación al alcance de la mano

A priori debía haber sido el partido más accesible de los que quedaban, sin embargo en este San Lorenzo nada puede considerarse certeza y debió trabajar a destajo para dejar en el camino al débil Melgar. Y eso que tras una floja primera parte el Ciclón encontró la apertura del marcador casi sobre el cierre, centro milímetro de Damián Perez, cabezazo de anticipo de Gonzalo Rodríguez. Era el 1 a 0, quizá un anticipo de una segunda mitad donde esperar y liquidar la historia ante la desesperación de un rival al que la derrota lo dejaba ya sin chances de seguir en carrera. 

Pero todo se complicó en el inicio del complemento cuando Juan Camilo Salazar vio la segunda amarilla y se fue a las duchas antes de tiempo, luego de una jugada confusa donde había sido agredido por un jugador peruano. Aunque al rato, el árbitro Eber Aquino compensó expulsando a John Narváez, pareció que San Lorenzo había bajado los decibeles y no veía con malos ojos cerrar el partido por la mínima diferencia. La visita jamás bajó los brazos y quedó ahí de la igualdad en un par de jugadas peligrosas, no obstante y gracias principalmente a las ganas que contagió el Perrito Barrios, el elenco azulgrana volvió a lastimar al Melgar, esta vez con carácter de partido liquidado. Jugada de Reniero por derecha, centro atrás para que Barrios le rompa el arco a Cáceda, 2 a 0, historia sentenciada.

San Lorenzo líder, con la valla invicta y con más de un pie adentro de la próxima fase. Más allá de la Superliga, en la Libertadores sigue derecho y con todas las pilas. Ojalá este sea el puntapié necesario para la resurrección de un equipo que dejó de serlo desde hace un par de años. Los resultados acompañan y no es poco, si es posible que aparezca el fútbol también.