Empate que se festejó como un triunfo

No fue una victoria pero sí un desahogo dadas las circunstancias. Hubiera sido una injusticia perder con River, ni San Lorenzo ni su gente se lo merecían. Más allá de que el Ciclón no tuvo una actuación avasalladora, la realidad es que suplió carencias con enjundia y amor propio, y que estuvo a tiro de quedarse con el triunfo. Con una sólida labor de su columna vertebral integrada por sus centrales Coloccini y Senesi, el incansable Poblete y sus referencias ofensivas Blandi y Reniero, el equipo del Pampa Biaggio se las rebuscó para generar riesgo sobre la valla del que parecía imbatible Armani.

Sin embargo, en el mejor momento del elenco azulgrana, el talentoso colombiano Juanfer Quintero se mandó una apilada de aquellas y definió abajo ante la estirada estéril de Nico Navarro. 0-1 y a remar de nuevo. Para colmo, en el enésimo avance del Ciclón, el juez Baliño ignoró un clarísimo penal de Enzo Pérez. Sobre llovido, mojado.

En el complemento, la temática no se modificó. El Ciclón continuó yendo y buscando variantes para doblegar la resistencia de su arquero Armani quien estaba a menos de un partido de quebrar el récord de la valla menos vencida en el fútbol argento. No obstante, Nico Blandi tuvo otros planes y le rompió la racha con un cabezazo letal tras un córner desde la izquierda. En el último tramo, ambos equipos intentaron quedarse con todo pero no tuvieron argumentos para hacerlo.

Empate en el Bidegain en un electrizante partido, San Lorenzo hizo todo en pos del triunfo pero debió conformarse con apenas una sola unidad, dadas las circunstancias, un premio consuelo para nada despreciable…