En el fondo, San Lorenzo sigue haciendo agua

Sin dudas, San Lorenzo no empezó derecho este 2016. La Copa Ciudad de Mar del Plata fue testigo de ello y en donde el Ciclón cayó 3 a 2 ante River. Kalinski (luego expulsado) y Prósperi anotaron los goles del conjunto de Pablo Guede.

Nuevamente de mayor a menor y con el mismo desenlace como en el clásico frente a Huracán: derrota sin atenuantes. Aún sin jugar bien y a pesar de aprovechar algunas de las innumerables situaciones que se le presentaron, San Lorenzo se fue al descanso en ventaja. Había abierto el marcador Enzo Kalinski cuando ajustició a quemarropa a Batalla tras una pelota en el área menor. Sin embargo, la alegría del Ciclón duró poco y nada ya que en un yerro defensivo y tras un mal cálculo de Buffarini, Driussi igualó las acciones, de cachetada sobre la salida de Torrico. Precisamente el Cóndor se lució cuando Mora quedó habilitado luego de un cierre a destiempo del juvenil Tapia. La primera etapa transcurría de arco a arco, más por errores ajenos que por méritos propios.

Cuando San Lorenzo encontró las vías de acceso ofensivo, inclinó la cancha a su favor. Si bien lo hizo con mayor profundidad, también se benefició con las falencias que River brindó en la última línea. Lo tuvo Villalba en una contra pero se enredó con la pelota y dilapidó un mano a mano insólito. Mas (de cabeza) hizo lucir a Batalla cuando el reemplazante de Barovero le negó el gol. No obstante y tras el enésimo córner azulgrana, el balón le quedó al propio al defensor sanjuanino quien sacudió de volea un remate que Prósperi empujó a la red luego del despeje de Batalla.

Pero en la segunda mitad, San Lorenzo se desdibujó. Al inicio del complemento, el fondo de San Lorenzo volvió a fallar y Driussi no perdonó. Fue un pase en profundidad de Mercado el que dejó en soledad al delantero Millonario que anotó su segundo gol de la noche. Si la performance defensiva ya era preocupante, ¿qué decir cuando minutos más tarde llegó el tercer gol de River? Ocurrió cuando un centro de Nacho Fernández lo dejó sólo a Mora para que cabecee de pique al piso y haga estéril la estirada de Torrico. El 2-3 hablaba por sí mismo…

A esta altura de la noche y aunque se trataran de partidos preparatorios, haber recibido siete goles en tres presentaciones (tres ante Huracán, tres de River y uno de Independiente) brindaba señales inequívocas de un desempeño deficiente a la hora de marcar. De hecho, justificaba los incansables pedidos de Pablo Guede de reforzar la zona de los centrales después de las salidas de Yepes y Cetto. A excepción del grato debut del nuevo DT del Ciclón y con una presencia repleta de juveniles, los reiterados experimentos del entrenador por armar una dupla de zagueros internos, habían fracasado.

Abajo en el marcador, San Lorenzo no inquietó nunca más a River. Ni los ingresos de Ávila, Merlini, Di Ciancio y Mieres ni el resultado negativo sirvieron para que el equipo recuperara la idea de juego que había perdido en el primer tiempo. El Ciclón había vuelto a pagar muy caro los horrores defensivos.

Pablo Guede deberá seguir trabajando y mucho con este plantel. Porque si no es incomprensible este nuevo traspié. Sólo me queda reflexionar que: ¿o no se hace entender o los jugadores no quieren comprenderlo? No hay otra.

Como único atenuante, hay que recordar que San Lorenzo fue el último equipo en incorporar jugadores a su plantel: Nicolás Navarro, Pedro Franco, Paulo Díaz, Ezequiel Cerutti y Fernando Beluschi, ya forman parte del staff; resta saber cuándo Guede los pondrá en cancha.

Haciendo un balance de lo visto en estos tres encuentros, primó lo negativo. No sólo porque el Ciclón sopló sin fuerza, si no porque tampoco mostró solidez ni actuaciones para destacar. Ojalá Guede haya tomado nota de lo que debe mejorar el equipo en función del primer partido importante del año que será el 10 de febrero en Córdoba y ante Boca por la final de la Supercopa Argentina. No quiero ser pesimista pero lo que hay no me cierra, como supongo que tampoco a ninguno de los hinchas sanlorencistas que fueron testigos de estas primeros desempeños.